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❤️🩹 4 lecciones que aprendí cuando perdí la salud
En un mundo donde valoramos la libertad por encima de todo, enfrentarse a restricciones insalvables de vez en cuando te da la oportunidad de reflexionar.
Durante las últimas semanas he sufrido una serie de problemas de salud que me han puesto bajo severas restricciones tanto en la cantidad de cosas que puedo hacer como en mi propia capacidad para moverme. (No te preocupes, no es nada serio que te vaya a privar de mis correos quincenales.) Contrariamente a mis expectativas, estas restricciones no han sido totalmente perjudiciales…
Verás, tengo un defecto. Soy muy cabezota.
Tengo la tendencia a rebelarme contra las restricciones bajo la impresión de que son malas ya que me impiden elegir libremente.
Sin embargo, durante este tiempo, he encontrado una serie de ventajas a estar limitado:
Foco: Demasiadas opciones o demasiada libertad pueden ser abrumadoras y conducir a la indecisión. Operar bajo restricciones me está ayudando a restringir mi foco y a priorizar lo que es realmente importante. Como no tengo la energía o la capacidad de hacer todo lo que quiero, tengo que ser muy deliberado con mis elecciones.
Creatividad: Como tengo recursos y opciones limitadas, estoy obligado a pensar en nuevas formas para resolver los retos a los que me enfrento habitualmente. Créeme no es lo mismo escribir desde la comodidad de tu despacho que desde una cama de hospital. Esto ha supuesto un aumento de mi creatividad y capacidad de innovación.
Autodisciplina: Las reglas están para saltárselas. A excepción de las reglas físicas, claro. Intenta saltártelas y te encontrarás en algunas situaciones desagradables. Estar obligado a seguir las reglas y doblegarme a las restricciones ha incrementado mi auto-disciplina y autocontrol.
Resiliencia: Trabajar bajo restricciones severas también ayuda a construir resiliencia. Frente a los desafíos, estoy aprendiendo a adaptarme y a perseverar aún más de lo habitual, habilidades ambas que considero valiosas en la mayoría de las áreas de la vida.
¿Qué tiene que ver esto con la inversión?
Las restricciones autoimpuestas pueden ayudarnos, como inversores, al proporcionarnos un marco que ayuda a evitar la toma de decisiones impulsivas basadas en emociones, la mayor trampa de todas para la mayoría de los inversores.
Foco: Hay al menos 45.000 empresas cotizadas en el mundo. Por no hablar de los fondos de inversión, ETFs y similares. Y sin embargo, la mejor manera de batir al mercado es conocer en profundidad unas pocas compañías y centrarse en ellas. Lo que Buffett llama operar dentro del “círculo de competencia”. Hay que saber estar cómodo limitándose a ese círculo de competencia y dejando pasar de largo el resto de las oportunidades por prometedores que parezcan. Personalmente, limito el número de empresas que sigo a un máximo de 20 o 30.
Creatividad: Tengo una tendencia equivocada a pensar que la creatividad es algo que viene de dentro. Sin embargo, la vida me ha demostrado una y otra vez que la mayor parte del tiempo la creatividad es un proceso externo. ¿Sabes cómo he encontrado algunas de mis mejores ideas de inversión? Limitando mi búsqueda incansable de empresas y prestando atención en su lugar a las empresas, productos y servicios que apasionan a la gente de mi entorno.
Auto-disciplina: Déjame resaltar aquí una de mis normas: limitar el consumo de medios de comunicación. Diga lo que diga la teoría, el objetivo de los medios de comunicación no es informarnos de manera imparcial, sino atraer constantemente nuestra atención y entretenernos. El problema es que los titulares que atraen nuestra atención muy raramente producen buenas inversiones. La mayoría de las inversiones brillantes se realizan comprando negocios aburridos durante tiempos aburridos. Personalmente, mantengo mi consumo de medios lo más cerca posible de 0. Como recuerda Munger cada vez que tiene la oportunidad, los libros, no la CNBC, son los mejores amigos de un inversor.
“Siempre veo a personas que no son las más inteligentes, a veces ni siquiera las más diligentes, pero son máquinas de aprender. Cada noche, se van a la cama siendo un poco más sabios que cuando se levantaron y eso ayuda, ya lo creo que ayuda, especialmente cuando tienes una larga carrera por delante”. Charlie Munger
Resiliencia: Si me pides que explique en una palabra por qué la mayoría de los inversores ni siquiera consigue igualar la rentabilidad media del mercado, esa palabra sería “emociones”. El miedo y la codicia (y la envidia) son algunas de las fuerzas más poderosas del universo. Y, sin embargo, son el peor enemigo del inversor exitoso. En promedio, la bolsa baja 1 de cada 3 años. Es un hecho. Necesitamos poner límites a cómo las emociones afectan a nuestras decisiónes. Aprender a disfrutar de los mercados alcistas sin sobreexcitación y a sobrevivir a los bajistas sin caer presas del pesimismo y de su hermano mayor, el pánico.
Ya sea limitando mi enfoque a un grupo seleccionado de empresas, prestando más atención a mi entorno, evitando el consumo de medios, o poniendo límites a mis emociones, empiezo a pensar que las restricciones pueden ayudarme a tomar decisiones más racionales y convertirme en un inversor más exitoso, más sabio y feliz.
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