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👉 ¿Es el PER el mejor ratio?
Hola 👋,
Disculpa las horas... Un resfriado otoñal me ha complicado más de la cuenta terminar de redactar el artículo de hoy.
Esta semana he tenido una conversación muy interesante en Twitter con alguien a quien considero un excelente inversor acerca de la importancia del PER.
Su pregunta era si era buena estrategia comprar empresas con un PER bajo y mantenerlas a largo plazo.
Esta conversación me resultó muy interesante porque me recordó a la estrategia que siguió durante muchos años mi padre con bastante éxito.
Hoy quiero profundizar contigo sobre esta cuestión.
¡Comenzamos!
🧠 1 REFLEXIÓN
El PER (Price-to-Earnings Ratio, a veces llamado P/E) es la relación entre el precio de las acciones de una empresa y sus beneficios por acción. Este ratio se utiliza para valorar empresas y averiguar si están sobrevaloradas o infravaloradas. Un PER bajo indica, a priori, que una empresa está infravalorada.
Entonces... ¿es buena estrategia comprar empresas con un PER bajo y mantenerlas a largo plazo? En mi opinión, esta estrategia no es ideal por varios motivos.
En primer lugar, el PER utiliza como base de cálculo los beneficios de la empresa. Los beneficios no son una métrica fiable. Punto. Y no lo son porque es una cifra fácil de manipular.
No me entiendas mal, estoy convencido que el 99% de las empresas cotizadas no realiza fraude. Las empresas de auditoría se encargan de vigilar que así sea. Pero cualquiera que tenga unas nociones básicas de contabilidad sabe que es relativamente sencillo (y legal) maquillar ligeramente el resultado de una empresa dado que, al fin y al cabo, no es más que un apunte en un papel.
No quiero entrar aquí en detalle sobre cómo las empresas maquillan sus beneficios, pero algunas formas de hacerlo incluyen reconocer o no la depreciación del valor de algunos activos, acelerar o ralentizar la amortización o depreciación de otros, dotar o no provisiones para contingencias más o menos probables, dar de alta o no como activos intangibles elementos que en realidad son gasto y podrían no tener mucho valor a largo plazo…
En segundo lugar, el PER no tiene en cuenta el crecimiento potencial de la empresa. Ni para lo bueno ni para lo malo. Una empresa en declive tendrá un PER muy bajo porque el mercado está descontando unas ganancias mucho menores en el futuro. Por el contrario, una empresa con unas expectativas de crecimiento muy elevadas, tendrá por lo general un PER muy alto.
Si nos limitamos a comprar empresas con PER bajo sin realizar ningún análisis adicional, acabaremos, muy probablemente, con una cartera compuesta mayoritariamente por empresas en declive o con un futuro muy incierto. Este tipo de empresas son lo que se conoce popularmente como trampas de valor. Empresas que parecen muy baratas, pero que lo son por una buena razón. Definitivamente, una estrategia que no le recomiendo a nadie.
En tercer lugar, el PER no tiene en cuenta la deuda de la empresa. Dos empresas con el mismo precio y beneficio por acción tendrán un PER idéntico independientemente de si una tiene un balance exquisitamente saneado y la otra tiene un nivel de endeudamiento insostenible.
A todo esto, hay que sumar que el PER se ve muy afectado por situaciones que afectan de forma puntual al resultado. Un mal trimestre y el PER puede dispararse; un trimestre mejor de lo normal y el PER se hunde. Misma empresa, diferentes decisiones de compra/venta.
¿Qué alternativas tenemos? Por desgracia, me temo que no existe ningún ratio que utilizado de manera aislada nos indique si una inversión es buena o mala compra. De ser así, sería facilísimo ganar dinero en bolsa.
Aún así, voy a intentar responder a la pregunta con mi preferencia personal: el CROIC.
El CROIC es un ratio que mide la cantidad de efectivo que genera una empresa por cada dólar invertido (deuda + capital).
El efectivo generado es mucho más difícil de manipular que el resultado contable por lo que suele ser un indicador mucho más fiable que el beneficio. Además, al tomar en consideración tanto el capital como la deuda, es un indicador más acertado de la generación de valor. El CROIC evita, por tanto, dos de los tres defectos del PER. Pero hay uno que permanece constante y es el crecimiento potencial de la empresa.
Y es precisamente ahí donde radica el quid de toda inversión. Estimar cómo evolucionarán los flujos de caja de una empresa en el futuro.
Desde los inversores growth, que buscan las empresas con un crecimiento más elevado hasta los value como Warren Buffett, que buscan empresas capaces de mantener la posición privilegiada con la que cuentan hoy durante muchas décadas gracias a sus amplios fosos defensivo o ventajas competitivas, la única pregunta que importa es ¿cuánto efectivo generará esta empresa en el futuro?
Para dar respuesta a este dilema, Peter Lynch ideó el ratio PEG (Price Earnings to Growth ratio), que mide el valor de una acción basándose en los beneficios actuales y el crecimiento potencial futuro de la empresa.
Es una forma de calcular si una acción está sobrevalorada o infravalorada teniendo en cuenta no solo los beneficios actuales sino también el crecimiento futuro de la empresa.
Resumiendo, no existe un único indicador que permita determinar si estamos ante una buena o mala inversión. Pero si quieres un buen punto de partida, te recomendaría que analizaras el PEG en combinación con el CROIC.
Una empresa con un CROIC alto, creciente y predecible y un PEG por debajo de 1 tiene muchas papeletas para ser una excelente inversión.